¿Cómo influye la climatología en nuestro ánimo?
La pregunta parece inevitable: ¿hasta qué punto el tiempo (o la climatología) influye en nuestro estado de ánimo? Según varios estudios, mucho más de lo que creeríamos a simple vista. De hecho, la mayoría lo hemos experimentado personalmente. Es más habitual sentise con fuerzas y ánimo en verano, cuando la luz solar es más frecuente, y vivir un mayor desánimo (e incluso cierta tendencia a la depresión) en estaciones con menos luz solar. Lo que varias investigaciones han demostrado es que el sol es un facilitador de las relaciones sociales. Un curioso estudio venía a señalar, por ejemplo, que mientras más brilla el sol, más dispuestas están las personas a crear una comunicación eficaz y ayudar a los demás. Incluso había datos anteriores que señalaban que solemos ser más generosos (económicamente hablando) cuando el sol brilla. De hecho, es algo que en el fondo los trabajadores de hostelería conocen muy bien. El sol asegura unas ventas, por eso un día nublado en época estival puede estropear una buena caja al final del día.
Otra investigación descubrió que en los días de sol, las personas sonríen mucho más ante otra sonrisa. Sin embargo, lo interesante de ese estudio fue que no basta con que haya un buen día soleado para ello. Cuando nos sonríen en el interior de un edificio, las personas respondemos menos a las sonrisas, aunque fuera haga sol. Lo que quizá influye directamente es la luz solar sobre nuestro cuerpo. Es importante recordar que el cuerpo produce vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. De 10 a 15 minutos de exposición, tres veces a la semana, son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina. Aunque tampoco debemos olvidar que la exposición a la luz solar es un riesgo para el cáncer de piel, por lo que es importante usar protector solar.
Otra interesante investigación mostraba que que el sol también ejerce un efecto positivo en el ámbito de la seducción. En un día soleado, el 15,5% de las chicas dejaban su número de teléfono a quien se lo pedía, y esa cifra se reducía al 10,2% en un día más nublado. Lo que parece evidente es que la luz solar influye en gran medida en nuestro estado de ánimo. Las hipótesis son muchas, algunas de ellas afirman que los campos magnéticos del plasma inciden en nuestro funcionamiento cerebral. También hay quien señala que en realidad no se trata del sol, sino de la presión atmosférica relacionada con éste, de hecho, cuando se produce una disminución de la presión atmosférica (lo que conocemos como mal tiempo), las llamadas a urgencias por estados depresivos aumentan. Quizá todo ello explicaría el mayor índice de suicidios en países del norte con menor abundancia de luz solar o la mayor percepción de bienestar y relaciones sociales en países al sur con más sol. Sea como sea, sí parece importante contar con el sol como un aliado para sentirnos mejor.